Como cada martes tenemos un clásico de la comida Japonesa, la Sopa Miso, pero hasta ahora no nos habíamos parado a explicar que es realmente y porque es tan beneficiosa. En Japón se come con casi todas las comidas y es que sus propiedades no son para menos. Sus principal ingrediente es el miso que le da nombre. Se obtiene de la fermentación de la soja con algún cereal y es que de igual manera que en Occidente se fermenta la leche para obtener yogur o queso, en oriente se fermentan las semillas de soja para obtener el miso.
Entre sus propiedades destacamos su contenido en proteínas que duplica al del pescado o la carne y que es once veces superior al de la leche además de contener carbohidratos naturales, vitaminas, minerales y aminoácidos.
El miso es beneficioso para el organismo ya que aporta energía, regenera y conserva la flora intestinal, nutre la piel y el cabello y ayuda a disolver el colesterol gracias a la lecitina que contiene.
Hay distintas variedades de miso entre las que destacamos:
El Mugi miso compuesto por soja y cebada. No es apto para intolerantes al gluten.
El Genmai miso. Esta variedad se prepara a partir de soja y arroz integral.
El Shiro Miso. Se elabora, al igual que el anterior, a partir de soja y arroz, la única diferencia es que el arroz utilizado no es integral por lo que tiene una tonalidad más clara, de ahí que se le conozca también como Miso Blanco.
El Hatcho miso es nuestro favorito y el que solemos usar para elaborar nuestra sopa cada martes. Se trata además de la variedad más pura ya que se elabora únicamente a partir de soja. Su sabor es el más intenso y tiene a su vez el contenido proteico más elevado de todos!
Dicho esto, os damos algunas claves para que podáis elaborar vuestra propia sopa miso “beGreen” en casa.